martes, 13 de mayo de 2008

Bistronomie: calidad sin tantos lujos

  • La palabra bistro proviene de la palabra rusa bwystra, que significa rápido.
  • Fueron los soldados rusos quienes lo acuñaron en Francia tras las guerras Napoleónicas, pues se dirigían a los franceses en los restaurantes demandando la comida rápida: ¡bistro! ¡bistro!

La apertura de bistros ha derivado en una corriente gastronómica de popularidad

Cada vez existen más bistros en la ciudad. Este tipo de lugares son establecimientos informales que ofrecen cocina tradicional francesa preparada como si estuviera en casa en los que el vino no puede faltar.

Los bistros se han extendido por todo el mundo, y su popularidad ha derivado en la creación de un concepto que los agrupa: bistronomie.

Dos de la grandes figuras de la cocina mundial han sido desarrolladores de dicho termino: Jaime Oliver, cocinero inglés y el escocés Gordon Ramsay, experto asesor de restaurantes.

Como tal bistronomie es el enlace de las palabras bistro y gastronomie.

Según Ramsay y Oliver, este concepto propone tres cosas: relajar el ritual de asistir a un restaurante, tener acceso a la alta cocina sin tener que sacrificar el bolsillo y acercar a toda la gente al conocimiento de la gastronomía en general.

Aunque son ellos quienes han propuesto el nombre y la línea de bistronomie, éste es un movimiento que se fue, cocinando en los restaurantes parisinos a finales del siglo 20, cuando los grandes chefs presentaron sus nombres y apostaron su experiencia en la apertura de restaurantes que hasta el día de hoy ofrecen cocina de alta escuela a precios muy accesibles bajo el nombre o el prefijo de bistro.

Debido al concepto de informalidad de estos lugares, las mesas son más sencillas y el servicio es relajado y personal, pero ¿cómo es posible ofrecer esos precios si los platillos son de gran calidad?

Las respuestas se encuentran en la infraestructura de los lugares, ya que por lo general un bistro no requiere de reservación y en su interior se maneja la comida para llevar o bien cuenta con barras, tipo delis, en las que los clientes pueden comer y tomar una copa de vino incluso estando de pie.

“En un bistro la carta es sencilla, fácil de entender y de degustar, del mismo modo que el servicio, donde el que llega primero es el que se sienta primero y donde el vino se puede servir en vasos cortos de cristal, por ejemplo” asegura Charlotte Williamson, chef propietaria de Bistro Charlotte.


La bistronomie o pasión por los bistros se ha desarrollado en el último año en España, donde chefs como Juan Mari Arzak proponen este tipo de cocina.

Es tanta su popularidad en Europa que hoy en día no sólo se sirve cocina tradicional francesa.

La ciudad de México es un claro ejemplo de su desarrollo, basta con ver la oferta gastronómica que existe en este tipo de lugares.

Grandes restaurantes como el Champs Elyseés decidieron en su momento respaldar con su cocina la apertura de este tipo de lugares, como sucedió con el Bistro Mosaico, el cual abrió brecha en México para esta tendencia.

A la par han abierto bistros, los cuales no han necesitado de un restaurante grande para triunfar y lo han hecho debido a su propuesta culinaria.

Para vivir un bistro es importante tomarse su tiempo y disfrutar de las bondades de una buena copa de vino o una humeante taza de café, la actitud ante el propio concepto es fundamental en el comensal.



Gracias a los productos ofertados en la mayoría de los bistros, como quesos artesanales, vinos exclusivos o de casa, sopas, potajes calientes, y una serie de carnes adecuadamente condimentadas, los bistros se suman a la oferta gastronómica de los nuevos tiempos, en que la premura del tiempo y la distancia demandan un oasis de tranquilidad sin sacrificar el sabor y el presupuesto.

Los celosos seguidores de la bistronomie son aquellas personas que buscan servicio personalizado. Un bistro te permite, además, conocer al propietario, hablar con él platicar con el chef y saber realmente qué te estás comiendo.

Para conocerlos a fondo

Estas características están entre las más comunes y visibles en los bistros.

  • Generalmente los bistros tienen bancas largas de madera que algunas veces integran cojines mullidos.
  • Colores rojos y fuertes hacen acogedores los lugares, los espejos no faltan, esto con el fin de dar amplitud al espacio.
  • En vitrinas expuestas hay latería, bollería, embutidos y platillos que las visten para mostrar a los clientes la oferta del día.
  • Se encuentran pequeñas mesas con mantelería blanca.
  • Los bistros no escatiman en servicio, por lo que podrá encontrar meseros y capitanes amables que recomiendan los mejores platillos de la casa.

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