viernes, 12 de diciembre de 2008

Fotografía de Alimentos


Hace algunas semanas un amigo ecónomo me envío este texto que me esta ayudando a entender los procesos y técnicas que utilizan los fotógrafos profesionales para la foto de producto. Es realmente interesante lo que pueden lograr con las luces, apertura de diafragma y otros gadgets del oficio de la lente.

Así que ahora les dejo esta pequeña guía para aquellos interesados como yo en la fotografía de alimentos.

Estas instrucciones están orientadas a personas con conocimientos básicos sobre fotografía digital y personas que cuenten de preferencia con una cámara reflex digital.

Primero que nada es importante seleccionar un lente largo, una telefoto de por ejemplo 100 mm. o más. El lente juega un papel importante porque normalmente vamos a querer que todo lo que se encuentra en el plato aparezca del mismo tamaño. En cambio, si utilizamos un lente corto como un 50mm o menos, los primeros planos se verán mucho mas grandes comparados con lo que quede detrás de ellos. Esto se acentúa con un lente gran angular, además de que un plato redondo se puede distorsionar de manera muy notoria y desagradable.

En cuanto a iluminación, es importante que NUNCA tomemos una fotografía de comida con flash directo. Esto causa una iluminación frontal muy plana, brillos muy desagradables y algunas sombras muy definidas.

Para lograr una iluminación agradable tenemos 2 opciones dependiendo del equipo que tengan.

La primera y a mi gusto la mejor opción es trabajar con luz electrónica o flashes suavizadas con cajas de luz o sombrillas. Uno de los problemas de trabajar con flashes, es que necesitamos mucha potencia y en muchas ocasiones un flash de pilas suavizado, no nos da la potencia necesaria si queremos diafragmar f/22 o f/32, para esto necesitamos 1 flash de estudio de mínimo 250w/s.
Cuando utilizo esta iluminación lo hago con una caja de luz que me gusta colocar arriba del platillo, ligeramente atrás y ligeramente de lado, esto para producir una iluminación de tipo contraluz.
Si tengo un segundo flash, lo utilizo para rellenar un poco las sombras que me va a producir mi luz principal. Esta segunda luz la suavizo también con una caja de luz.
En caso de no contar con una segunda fuente de luz, podemos utilizar cartulinas blancas o plateadas para rebotar un poco de la luz del flash hacia las zonas sombreadas.

La segunda opción para iluminar una fotografía de alimentos es trabajar con luz natural.

Para iluminar un platillo con luz natural, es indispensable que montemos la cámara en un tripié, ya que estaremos utilizando velocidades muy bajas.
Las mejores fuentes de luz natural son las ventanas con cortinas traslúcidas ya que nos producen una iluminación muy suave. La luz que proviene de las ventanas no tiene temperatura de 5500K así que tendremos que tomar nuestras precauciones para hacer un balance de blancos correcto y/o tomar una fotografía a una tarjeta gris para poder balancear nuestros archivos raw posteriormente. Hay que evitar a toda costa, que la luz directa del sol este sobre nuestro platillo.

Cuando ilumino con luz natural, utilizo una ventana como fuente de luz principal, tratando de que nuevamente quede ligeramente de lado y ligeramente de atrás del platillo. Las cartulinas nos vuelven a ser de utilidad al ayudarnos a rebotar y rellenar la parte sombreada del platillo.
Es indispensable el uso del tripié, ya que lo más conveniente es utilizar ISO 100 y en el caso de que manejemos una apertura de f/22 o f/32, necesitaremos seguramente velocidades muy bajas.
También podemos levantar el espejo de nuestra cámara y utilizar el self-timer o auto-disparador para evitar que nosotros mismos movamos la cámara a la hora de presionar el obturador

Ahora hablemos del platillo en sí. Al fotografiar comida muchas veces corremos el riesgo de que nuestro platillo pueda ir cambiando de apariencia mientras acomodamos el equipo o mientras tomamos la foto. Es importante que tratemos de que la persona que lo esta preparando cambie algunos detalles de la receta original para que la consistencia y apariencia del platillo se conserve por más tiempo para que tengamos tiempo suficiente para tomar nuestras fotografías.

El aceite nos ayuda a que la comida luzca más atractiva y la glicerina en spray nos puede servir para que los vegetales luzcan frescos con gotitas de glicerina que parecerán de agua en nuestra fotografía.

El fondo y decoración del set es importante también. Botellas y copas de vino, canastas con pan, pasta cruda, vegetales, frutas, frascos de aceite de olivo, trigo, flores, en fin, algunos de estos elementos nos ayudan a que nuestra composición sea mas atractiva y a que el platillo luzca más.

Hay muchos estilos de fotografía de comida. Encuadres abiertos con poca o mucha profundidad de campo y encuadres mas cerrados con la parte principal del platillo muy acercada, incluso cortada para ver solamente un detalle. En este caso puede ser necesario un lente macro o lentillas de acercamiento.

Tenemos que platicar con la persona que nos este solicitando las fotos para ver que tipo de imágenes esta buscando. Muchas veces ayuda que nos enseñe fotografías que le gusten como ejemplo para poder interpretarlas y buscar resultados similares en cuanto a encuadres, abiertos o cerrados y profundidades de campo mayores o menores, así como iluminaciones con mayor o menor contraste.

Si la persona que nos solicita las fotos no tiene idea, nosotros podemos proponerle e incluso tomar fotos de prueba y mostrárselas para que el decida lo que mejor le funcione.

Personalmente a mi me gusta hacer encuadres cerrados y manejar diafragmas de f5.6 o f8 para que el fondo se alcance a distinguir pero que quede un poco desenfocado, pero hay que entender que a algunas personas les gusta ver la mayor parte de la foto bien definida, sin estar el fondo fuera de foco. Entre mas cerrado sea nuestro encuadre, menor profundidad de campo tendremos.

Cuando se trata de fotografiar un único platillo, me gusta probar con diferentes iluminaciones, mas frontales, mas laterales, mas contrastadas, utilizar luces "puntuales" para acentuar una pequeña parte del platillo, cambiar las aperturas desde f1.4 hasta f32 para ver las diferentes profundidades de campo.
Recuerden que estamos trabajando en formato digital y que podemos hacer tantas pruebas como necesitemos y al final analizarlas en pantalla y decidir que imágenes nos funcionan mejor.

La fotografía de alimentos es muy interesante y constituye muchos retos para nosotros los fotógrafos, así que definitivamente les recomiendo probar, si es que no lo han hecho, con esta rama de la fotografía.

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