miércoles, 11 de agosto de 2010

El tomate verde


Los mayas y los aztecas desde tiempos prehispánicos se encargaron de cultivarlo, en la actualidad es la base de muchas de las salsa mexicanas, pipianes y del tradicional mole verde.

En el pasar de la historia de la gastronomía mexicana ha sido llamado de diversas formas; tomatillo, tomate verde, miltomate o tomate de milpa, debido a que llega a darse al pie de los campos de cultivo.

La Universidad Nacional Autónoma de México en sus investigaciones, revela que existen entre 90 y 120 especies de tomates, 70 de ellas se encuentran en México.

Tan peculiar ingrediente se emplea sin la cáscara para la elaboración de salsas, preparaciones en crudo, sofritos o guisos, va muy bien con las carnes de cerdo, res y pollo. Su mejor complemento es chile de árbol, serrano, morita o cuaresmeño.

La cascara del tomate suele hervirse en agua con tequesquite para crear una infusión que al incorporarse a la masa de los tamales ayuda a levar la preparación en el momento de la cocción.

En la cocina mexicana de vanguardia se prepara en mermeladas que acompañan patés y foies. Tradicionalmente el tomate es la base de las enchiladas verdes, suizas y de los mexicanísimos chilaquiles.

La conservación debe ser en refrigeración para mantenerlos frescos por un periodo de dos semanas. Su contenido en vitamina C es alto, es rico en antioxidantes, aporta una buena cantidad de fósforo, calcio, hierro y sales minerales.

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