Día nacional del maíz

Cruces de flor de pericón se encuentra en cada una de las casas con milpas del país, porque la cosecha de maíz ha dado inicio. Desde el día 29 de septiembre de 2009 la antigua tradición indígena para proteger la cosecha es la razón para festejar el “Día Nacional del Maíz”.

Se eligió este día por el significado que tiene para los pueblos indígenas, fecha que se recibe con beneplácito y fiesta por el inicio de la cosecha, en todo el continente.

La campaña nacional “Sin maíz no hay país”, integrada por 300 organizaciones ambientalistas y campesinas como Green Peace, Oxfam México, Semillas de Vida, Asociación de Empresas Comercializadoras del Campo (Anec) y la campaña latinoamericana “Vamos al grano” celebran con nuevos bríos los logros en el campo mexicano.

La idea es lograr que más mexicanos se unan al movimiento. El principal reto de la campaña es evitar la siembra de maíz transgénico que contamine las especies nacionales, declaro el área de investigación de maíz transgénico del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Durante los festejos, grupos mexicanos y latinos que radican en Venezuela, Guatemala, Italia, Francia y Estados Unidos se unieron al frente para proteger el grano, mientras algunos institutos de Latinoamérica promovieron en sus países esta fecha.

¿Qué sigue para las organizaciones adscritas?

• Rechazar la liberación de maíz transgénico, que sitúa en riesgo a 59 razas y por lo menos 200 variedades de maíz nativo existentes en México.
  
• Consolidar un modelo de soberanía alimentaría que cuente con políticas públicas de desarrollo rural sustentable para los campesinos.
  
• Prohibir el uso de tierras y alimentos agrícolas para producir agrocombustibles.
  
• Elevar a rango constitucional el derecho a la alimentación para garantizar el abasto de alimentos de buena calidad en todo el territorio nacional.
  
• Crear las herramientas para dar impulso a la agricultura campesina sustentable y las técnicas de producción agroecológicas reconociendo las aportaciones, económicas, sociales, ambientales y culturales de los pueblos indígenas y campesinos.

Solamente esperemos que esta causa NO se convierta en bandera política de gente oportunista, corrupta y cuatrera que no mira el interés del campo mexicano y de todos aquellos que dependemos de la salud de este importante sector, fracción que juega un papel importantísimo en el crecimiento de nuestra nación.