viernes, 14 de marzo de 2008

El placer de la efervecencia

Parte IILa gama

Las diferentes casas o viñedos proponen distintos cuvées, cada una es un ensamble distinto, pero todas conservan el mismo espíritu que corresponde al estilo de cada productor.

Brut. “No milesimado”, es el más representativo de este estilo. Es generalmente una mezcla de diferentes años y de diferentes crus.

Milesimado. Está constituido únicamente por vinos del mismo año, pero no se seleccionan los milesimados si no provienen de una añada excepcional.

Rosados. Originales por su color y su carácter fuerte, se produce por maceración de uvas negras o agregando un vino tinto tranquilo al champagne.

Cuvée especial. Milesimados o no, están compuestos por los vinos más sutiles.

Semisecos. Se distingue del brut por su sabor ligeramente más dulce.

Situación geográfica

Distribuidos en tres departamentos franceses, la Marne, Aube y Aisne, que a su vez se subdividen en Las Montañas de Reims, el Valle de la Marne, Côte des Blancs, Coteaux du Sézannais y los viñedos del Aube, se producen las cepas tradicionales que son: la Pinot noir, la pinot meunier y la chardonay, sólo estas tres son las autorizadas, la primera, uva de grano negro con jugo blanco, proporciona a los vinos los aromas a frutas rojas y aporta cuerpo y potencia. La pinot meunier, de la misma manera es un grano de piel negra y mosto blanco, se caracteriza por su soltura, ofrece a los vinos redondez y bouquet. La uva chardonay, variedad blanca, es la cepa de la fi neza, sus notas son fl orales, en ocasiones incluso minerales.

El suelo champenois, está compuesto de una pequeña capa de tierra entre 40 y 60 cm, sobre el sustrato de tiza que juega un rol regulador de agua (la tiza puede absorber hasta un 40%
de su volumen en agua), permite también refractar el calor solar, regulando la temperatura constantemente. Esta tiza es específica de la región de la Champaña, su carácter mineral es ideal para las cepas champenois, las calcarias conviven bien con la chardonay, por lo tanto aportan fineza al vino.


Diferenciar un champagne

Detrás de cada una de estas denominaciones de champagnes, se esconde un vino diferente, un sabor distinto, por que cada uno corresponde a distintas opciones de vinificación en las tres etapas siguientes:

A) El ensamblaje

Es la etapa fundadora de la elaboración de los champagnes por que determina la esencia de la tipicidad del vino, por lo tanto, de su sabor. El ensamblaje, en el Champagne, se practica en tres niveles: el ensamble de crus, el de cepas y la de añadas.

B) La dosificación

Al fi nal del añejamiento, el vinificador elimina el depósito y agrega una mezcla de azúcar y vino. Este toque azucarado —diferente según los vinos— permite establecer una escala según la intensidad del dulzor, es decir, desde el extra brut al brut seco y semi seco.
La dosificación de un licor de expedición está constituida por una cantidad reglamentada de licor de champagne (azúcar candy más un vino tranquilo de champagne):

• Champagne extra brut, entre 0 y 6 g/litro
• Champagne brut inferior, con 15 g/litro
• Champagne demi sec, entre 33 y 50 g/litro

C) La maduración

Para un champagne, esta puede ir de 15 meses a 5 años y más. Con la edad los aromas evolucionan de notas simples a complejas; de notas superfi ciales a profundas; de notas netas a fundidas.

Enfriar el champagne

• Evitar el congelador que mata los aromas y sabores.
• Preveer varios recipientes con agua y hielo.

¿Cómo enfriar?

En un recipiente: la botella salida de la cava y sumergida en una mezcla de agua y hielos estará a la temperatura correcta en 15 ó 20 minutos.

En el refrigerador: acostar la botella en la parte baja del refrigerador tres o cuatro horas antes de servir, se puede dejar más tiempo sin problemas, con la condición de que la temperatura sea constante, permitiendo tener siempre una botella fría.

La temperatura correcta

Vinos efervescentes: Todo lo que salga de la cava, blanc de blancs, hecho completamente de uvas blancas, se sirve a una temperatura de 8 a 10 ºC, mientras más licorosos, ciertos champagnes los llegan a presentar a 12 ºC, a esta temperatura, la espuma se rarifica y la frescura da lugar a una explosión vinosa y opulente, como un gran vino tranquilo, con la única diferencia de que estos posen burbujas. Cuando el vino efervescente blanc de noirs —que posee frecuentemente un vestido salmón o rosado— se sirve entre 10 ºC y 12 ºC, tienden a presentar más cuerpo y soportar fácilmente una temperatura más elevada.

El champagne se toma bien frío, jamás helado. Mientras más joven y vivo es el champagne, más conviene servirlo fresco (a 8 ºC), mientras que un champagne maduro o milesimado soporta perfectamente 10 ºC, brindando una frescura más viva que perturba la percepción de aromas y sabores.


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