lunes, 29 de diciembre de 2008

Slow Food


Nacido en Italia, es un movimiento internacional que se contrapone al modelo de estandarización del gusto, promoviendo con ello, la difusión de una nueva filosofía del gusto que combina placer y conocimiento. En la actualidad se encuentra operando en todo el orbe en pro de salvaguardar las tradiciones gastronómicas de las diversas regiones, productos, métodos de cultivo y crianza.

La asociación fue fundada en 1986 en Bra, provincia de Cuneo, Italia por Carlo Petrini bajo el nombre de ArciGola. Hoy en día el Movimiento Internacional Slow Food se halla presente en más de cincuenta naciones y cuenta con más de ochenta mil asociados. Slow Food en Italia, cuenta con más de treinticinco mil inscritos subdivididos en trecientas treinta sedes locales llamadas Condotte. En el resto del mundo las sedes locales se llaman Convivia.

Para otorgarle el lugar merecido a este movimiento es importante comenzar por desmentir: Slow Food no es un mero juego de palabras o el capricho de un grupo de globalifóbicos glotones, es el nombre del movimiento comprometido con la diversidad cultural, agrícola y gastronómica del mundo. Un mundo en el que el Fast Food (comida rápida) y sus estándares de sabor empaquetado han llegado a casi todas las latitudes, en nuestras ciudades, grandes o pequeñas, encontramos locales con ese seudo alimento que lleva los nombres y logotipos de los grandes corporativos de alimentos transnacionales. Cuyo éxito internacional radica en gran medida a la propaganda millonaria de la que somos sujetos y en especial a los costos reducidos con los que se comercian sus productos, y con los que muchas veces resulta imposible competir la comida artesanal de restaurantes y fondas sin importar que su calidad sea superior.

El objetivo del movimiento es brindar importancia al placer culinario que proporcionan los alimentos, aprendiendo a disfrutar de la diversidad de sabores y recetas, a reconocer la variedad tanto de los lugares de producción, como de los campesinos que hacen la cosecha y de los artesanos que los preparan, y a respetar el ritmo de las estaciones del año.

Puesto que la alimentación está ligada de forma intima a la cultura. Los productos reflejan la esencia de su lugar de origen y la técnica de su manufactura, muchas veces centenaria, enseñada de padres a hijos. En comparación de un refresco de cola de determinada marca, que sabe igual en México que en Italia o en cualquier otro lugar del mundo, ya que su jarabe es preparado a base de una fórmula química exacta, el sabor de un vino de California, un queso Cotija, cacao de Tabasco, o un aceite de oliva de la provincia de Toscana, Italia, depende de muchos factores controlados por la naturaleza, estos pueden variar no únicamente por circunstancias geográficas entre una zona y otra, sino del mismo modo por circunstancias climatológicas de un año a otro dentro de la misma zona, como se demuestra claramente en las añadas de los vinos.

A pesar que los mexicanos e italianos, nacemos con la filosofía Slow Food en el alma —nada más hay que ver lo que duran las comidas entre degustación y plática de sobremesa tanto en casa como en el restaurante— las cadenas de comida rápida proliferan en nuestro país y vemos con tristeza cómo desaparecen los restaurantes de cocina mexicana artesanal, las neverías, tortillerías y panaderías en las que se realizaban productos con materias primas de primera calidad y con técnicas heredadas de padres a hijos. Hoy es para muchos preferible hacerse de éstos y otros productos en los supermercados, sacrificando la calidad en aras de la comodidad y la velocidad de una fast life consumista.

Como cocinero, considero que es de vital importancia hacer prevalecer y valer nuestra gastronomía nacional frente a está industria del Fast Food. Hagamos valer lo que nuestra tierra produce y lo que nuestras mentes y manos recrean para nuestros paladares.

Para aquellos interesados: Información sobre el movimiento, los requisitos para volverse socio y las reuniones que se llevan a cabo en la ciudad donde usted vive, visite www.slowfood.com. En la Ciudad de México comuníquese al teléfono 5659 5759.

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