La Cigarrera, un nuevo concepto en el centro histórico

Por fin, aparece nuestra Cigarrera en las páginas de la revista Centro del mes de marzo, he aquí el artículo:

EN UNO DE LOS LUGARES MÁS TRADICIONALES DEL PÉRIMETRO B DEL CENTRO HISTÓRICO, HACE ALGUNAS SEMANAS ABRIÓ SUS PUERTAS ESTE SITIO QUE COMBINA LA IDEA DE UN RESTAURANTE, CANTINA Y GALERÍA DE ARTE BAJO EL CONCEPTO DE “BUENTONERÍA”, TÉRMINO QUE TRANSMITE EL PROPÓSITO DE OFRECER CALIDAD DE CONSUMO EN UN AMBIENTE RELAJADO Y CON ESPÍRITU JOVEN.

Enmarcada en una de las esquinas de la plaza San Juan y haciendo honor a una de las fábricas más famosas durante el porfiriato, la neocantina La Cigarrera abre sus puertas para recordar parte de la historia del Buen Tono.

Para conocer sobre esta nueva aventura conversamos con Cayetano Martínez Cordero, gerente operador del lugar.

¿Cuánto tiempo lleva el establecimiento y que es el concepto de neocantina?

Estamos por cumplir tres meses y sobre el concepto de neocantina te comento que surgió a raíz de la decisión tomada por uno de mis socios en venir a residir al centro histórico. Una vez en la zona, descubrimos que existen muchos edificios deteriorados y que en algún momento fueron importantes, como en este caso, el espacio perteneció a la Compañía Cigarrera Mexicana.

La idea de aperturar un establecimiento de alimentos y bebidas creció, por lo que comenzamos a buscar un traspaso y fue como encontramos el local, se encontraba bastante dañado y anteriormente albergo a la cantina La Flor de San Juan, su restauración fue genial y decidimos hacer algo diferente para devolverle la dignidad al edificio y para ello se doto con aquello rescatable de su estilo.

Es neocantina puesto que contamos con servicio de bar y también funcionamos como restaurante, cafetería, galería de arte y foro para grupos que tocan jazz, bossa nova o trova. Se nos ocurrió lo de neocantina porque es una nueva forma o estilo de hacer una cantina.

Entonces, ¿No cuentan con botanas como en las cantinas tradicionales?

Tenemos todo lo que prepara una cantina, pero el servicio de botanas tradicionales que en ocasiones brindan por copeo no lo tenemos, en su lugar ofertamos en nuestro menú botanas frías y calientes, creaciones del chef a precios muy accesibles.

Tienen una sección de vinos…

La razón del vino se debe al tipo de especialidades que confeccionó el chef para el menú. Notamos que se acompañan mejor con una copa de vino y no con un cóctel o un refresco. Un ejemplo de ello es el robalo estilo Oaxaca; lomo de robalo con costra de chapulines en espejo de mole verde y elote cambray asado, platillo que va muy bien con vino blanco o rosado.

Por otro lado se encuentra el gusto personal que mi socio y yo tenemos por los vinos, empezamos con una pequeña selección de cinco y ahora contamos con diecinueve.

¿Cómo se divide esta cantina?

En todo el sitio contamos con el mismo servicio, lo único que hicimos fue dividirla por áreas. Abajo se puede observar el rescate del lugar y mostramos la publicidad de lo que fue la Compañía Cigarrera Mexicana de los inicios del siglo XX. Tenemos nuestra barra que lleva por nombre “Las hijas del trabajo” en honor al primer sindicato de mujeres del país, en la parte superior se encuentra “El rincón”, una sala para estar a gusto en caso de no venir a comer y en el que puede solicitar un buen café o vino.

¿En que se inspiraron para la decoración?

Cuando descubrimos el local, quisimos ponernos a tono con la dignidad del edificio para rescatar su historia. Ello nos llevo a contactar a una persona que esta realizando su doctorado en publicidad del siglo XX y fue quien nos proporcionó muchas de las imágenes que hicimos cartel para que la gente tenga acceso a conocerlas, caricaturas de Juan B. Urrutia que utilizaba el Buen Tono en la época del porfiriato para hacerse publicidad.

¿Por qué el lema de Buentonería?

Más que nada lo inventamos para hacer relación con el Buen Tono, pero también para dar un buen tono en la música, la comida, la bebida y para que al llegar las personas se pongan a tono en este espacio de cultura y arte.


Revista: Centro, guía para caminantes
Número: 49
Año: 2008
Autor del artículo: Daniel Aguilar