miércoles, 9 de marzo de 2011

Crème fraîche


La crème fraîche (se pronuncia crem fresh), o literalmente “crema fresca” es originaria de Normandía, el epicentro lácteo de Francia.

Se trata de una crema espesa y madura, que contiene entre un 30 y 40 porciento de grasa. Su consistencia puede estar entre la crema batida y la de la margarina a temperatura ambiente.

Es una adición común a salsas y sopas, pero debe agregarse al final y no hervirse. Es también el acompañamiento ideal para el caviar, el salmón ahumado y un delicioso toque final para postres.

Se puede degustar sobre frutas o como guarnición de un pay o crumble (especialmente cuando se sirven calientes).

Para prepararla se debe mezclar en un tazón ½ litro de suero de leche (buttermilk, preferentemente), ¼ de litro de crema de leche espesa y ¼ de litro de crema agria. Calentar en un bowl a baño María a 30° C. Verter la mezcla caliente en un tazón de cristal, tapar parcialmente y dejar reposar a temperatura ambiente de 6 a 8 horas. Mezclar perfectamente antes de tapar y guardar en el refrigerador, donde puede durar hasta 10 días.

Otra forma es tomar 4 tazas de crema para batir y entibiar con cinco cucharadas de yogur natural con cultivos vivos. Dejar fuera del refrigerador por una noche para que fermente y espese.

En algunos casos puede ser sustituida por crema de rancho orgánica que se expende en diversos supermercados gourmet ya que por su consistencia y acidez se asemeja.

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